Irma Basarte expone sus fotos en Beaumont-de-Lomagne junto a otra muestra local de palomares de Midi-Pyrénéss.

Irma Basarte (tercera por la izquierda) con Miguel Pastrana y las colaboradoras francesas.
La utopía de Irma Basarte Diez traspasa los Pirineos. Y se ha plantado en Francia con los palomares de León. «Les pigeonniers de la région de León» es el título de la exposición que se abrió este lunes en la Cave de la Maison Fermant de la localidad francesa de Beaumont-de-Lomagne que, desde octubre, exhibe una muestra de conventillos de la región del Midi-Pyrénéss en otra sala. Ambas están promovidas por la Comunidad de Comarcas y la Oficina de Turismo de Beaumont de Lomagne.
«Presentar la exposición Palomares de León. Utopía en camino y compartir una conferencia sobre nuestros palomares y los más singulares de España es ver cumplido un sueño, una utopía que se hace realidad a ambos lados de los Pirineos», señala.
Desde que en 2010, Basarte inició la colosal tarea de inventariar los palomares de la provincia —más de 1.300, aunque muchos ya no existen— y se aventuró con su pareja y cómplice de utopía, Miguel Pastrana Bermejo, en restaurar uno de barro en Santas Martas, todos los hilos de la vida de esta leonesa son tejidos por las palomas.
Un matrimonio holandés vio su trabajo y se empeñó en restaurar un palomar en la provincia. Con su donación se salvó el palomar del Monasterio de Carracedo. La Fundación Prada A Tope dio un premio al pueblo y este entregó los 1.500 euros a Basarte para hacer la exposición de fotografías que se presentó en 2017 en el Museo de los Pueblos Leoneses.
Fue a raíz de esta muestra cuando el fotógrafo José B. Ruiz le propuso otro reto. Retratar los palomares singulares de España, obra que empezaron poco antes de la pandemia y de la que han salido dos tomos de gran formato con más de 500 fotografías.
El hilo con Francia lo encontraron en unas vacaciones en las que descubrieron un palomar convertido en casa rural en el pueblo de Larrazet. Fue un subidón que estalló en sorpresa total al saber que su dueña, Francoise Coureau Pérez, desciende de Sueros de Cepeda. Irma se ha embebido de palomares franceses en los diez tomos que tiene en casa y ahora comprueba sobre el terreno que hay planes de conservación en la Región Occitanie y en el Departamento de Tarn et Garonne.
A nivel estatal hay un departamento de arquitectura y medio ambiente competente para la conservación del patrimonio, incluidos los palomares. «Al final va a ser más fácil que nuestros dos tomos de Palomares Singulares de España se encuentren mejor en las bibliotecas y bibliobuses franceses que en España».
Publicado en Diario de León
